lunes, 17 de diciembre de 2012

SENTIDO COMÚN


Siempre he querido escribir un texto robusto al respecto de este tema, de hecho lo he iniciado varias veces de distintas maneras, pero en algún momento del proceso, las cosas desvarían o cualquier otra actividad me distrae y dejo inconclusa mi intención.

En primer término deseo expresar que para nada es mi deseo hacer un ensayo o recurrir a más fuentes que las de la experiencia, no citaré ni mencionaré más fuentes que las mías, escribiré solo lo que deseo expresar al respecto y en todo caso, haré una revisión final.

En mis años infantiles mi padre repitió una frase que se me pegó para toda la vida: “el sentido común es el menos común de los sentidos”, de repente pensé, ni siquiera está catalogado como uno de los 5 sentidos, vista, olfato, gusto, tacto y oído; adicionalmente pensé, quizás es al que llaman el “sexto sentido”, pero mi intuición me dijo que no.

Finalmente la intuición es el sexto sentido, es el sentido extrasensorial que no percibimos físicamente pero que resulta ser una potente herramienta cuando de corazonadas se trata, ahora soy un poco más lógico al respecto y asumo que entre más años, más experiencia, mayor conocimiento del entorno, más serenidad y paciencia, la intuición se fortalece y no es más que el sentido común disfrazado hermosamente de algo más exótico.

Se trata de una serie de procesos, de pensamientos, de recuerdos almacenados y entrelazados, cuyo objeto por separado es ocupar espacio en nuestras memorias, pero al juntarlos unos con otros, al mezclarlos, son tan útiles que nos permiten incluso, predecir el futuro.

Pero dialécticamente, el sentido común más básico, más sencillo, más primitivo, lo encontramos desarrollado desde los primeros meses de vida, los arco reflejos, los condicionantes, los métodos y los medios que desarrollamos para hacernos escuchar, para aprender rápidamente a desarrollarnos, a comunicarnos, a movernos, a volvernos dependientes o independientes, de acuerdo a nuestras propias conveniencias, que en casos tienen que ver incluso con las capacidades o incapacidades de las que hemos sido dotados.

Es decir, el sentido común es tan intrínseco a nuestras vidas como el resto de los sentidos y al igual que estos, se va desarrollando con los años, se va puliendo, mejorando, pero como pasa con lo que se pone en contacto con el entorno social, deja de ser puro por los prejuicios o los valores adquiridos; estoy seguro que lo que vemos, escuchamos, probamos, olemos o tocamos, adquiere diferencia y subjetividad cuando alguien más nos dice: “mira qué bonito”, “huele que rico”, “prueba que dulce”.

Es cierto que existen valores universales que tienen que ver con el propio sentido común, con lo que es bueno y malo, útil o innecesario, peligroso o prudente, pero al ser tocado por el entorno social, cualquier valor está sujeto a radicalizarse a los grados incluso de su desaparición o de su inclusión en una nueva escala de valores, diferente a la que se usaba en otra época o en otra sociedad.

Por ejemplo, el concepto de la belleza ha sufrido severas transformaciones a lo largo de la existencia del hombre como individuo en sociedad, sin embargo el sentido común debiera al menos limitarnos a lo permitido por la salud y la razón, lo que no sucede.

También está el caso de la justicia, de la paz, del orden, del derecho, el sentido común debiera hacernos sociedades de leyes, de respeto, de convivencia pacífica y lamentablemente tampoco ha pasado así.

Entonces, sí, el sentido común es el menos común de los sentidos y gracias a ello, aparece cuando ya no hay más solución, cuando se han agotado todas las vías, incluso las más difíciles de imaginar y las más difíciles de llevar a cabo, aún y cuando siempre estuvo a la mano, hacer lo más sencillo, lo más natural, lo que finalmente dicta el sentido común.

Pongamos el caso de la gordura o en un punto más álgido de la obesidad, independientemente de las condiciones patológicas o clínicas, quienes subimos de peso lo hacemos porque no usamos el sentido común, porque seguimos comiendo a pesar de no tener hambre, porque nos gusta comer más, mucho más de lo que en realidad necesitamos para vivir, porque además ingerimos cosas innecesarias, insanas, y lo peor de todo, que cuando consumimos lo que según nosotros son alimentos sanos, también lo hacemos sin ninguna medida y sin conocer los límites de lo necesario, lo prudente y lo tóxico; comer fruta o tomar jugos también hace daño, pero también lo es no consumir ciertos alimentos a los que renunciamos porque pensamos que son insanos, si no vean la gran cantidad de vertientes que devienen de los vegetarianos, al grado de que exista gente que solo consume manzanas, zanahorias, o plantas, lo que repito, tampoco es del todo sano.

¿En qué parte quedó el sentido común Desapareció con la llegada de la sociedad, de la convivencia, y de repente pensar con sentido común se convirtió en tarea de filósofos y pensadores y actuar con sentido común en tarea de pragmáticos y emprendedores?

El hecho es que al volverse escaso, se escondió tras las faldas de la sociedad que lo inhibe, que lo acurruca, para permitirnos vivir hedonistamente, placenteramente, para poder abusar de los más débiles, para poder enriquecernos majaderamente.

¿Qué pasaría si a partir de ya, todos usáramos el sentido común?

Seguramente nos iría mil veces mejor como individuos, como familias y como sociedades, viviríamos en plena armonía entre nosotros, con nuestro entorno y con la naturaleza, haríamos lo suficiente, de la mejor manera y consumiríamos lo suficiente con el mayor de los aprovechamientos.

No tendríamos que ostentar, presumir, robar, engañar, estafar, matar, envidiar o excedernos en nada.

Si por alguna razón se gestara una controversia, se resolvería conforme a los principios del sentido común, que también son los principios generales del derecho; si alguien necesitara algo, alguien más con posibilidad de brindárselo, se lo daría, esperando no solo el agradecimiento, sino la compensación en medida y posibilidad proporcional al adeudo y a la capacidad del responsable.

El amor no tendría porque limitarse al matrimonio y no tendría porque extinguirse, lo mismo pasaría con la amistad y con las relaciones personales de todo tipo.

En fin, creo que Tomás Moro lo planteo de un modo, que Carlos Marx y Federico Engels de otro, que los propios norteamericanos han tenido sus teorías, un poco más duras, que existen documentos como el Código de Hamurabi, la Biblia, el Corán o la Constitución - que a pesar de algunas dialécticas contradicciones - sientan precedentes, que Jesús lo promovía, a su modo, pero que finalmente a pesar de ser una sola especie que habitamos un mismo y único planeta, simplemente no podemos ponernos de acuerdo.

Mientras tanto el sentido común seguirá siendo definitorio, será el punto distintivo de nuestros líderes, de los humanos grandes, destinados a servirle al mundo, a la especie y a pasar a la historia, por hacer lo que simplemente se tiene que hacer.

El sentido común me dice que más que escribir al respecto, tengo que llevarlo a la práctica, quizá por eso, jamás he concluido un texto que de momento, me sigue pareciendo inconcluso y en todo caso, carente de sentido.

lunes, 10 de diciembre de 2012

HOY EN MI CUMPLEAÑOS

MI CUMPLEAÑOS 35

Me siento de 35, ni más ni menos, cada año, cada día, cada experiencia, cada risa, abrazo, lagrima, beso, tropiezo, éxito, verso, rima, discurso, viaje, cada cabello menos, cada satisfacción más, cada kilo, cada paso, cada no, cada si, cada respiro y cada suspiro, pueden dar cuenta de mis 35 años.

El mejor regalo que he recibido en la vida, ha sido la vida misma, hace 35 años, me la dio Dios y la hicieron posible mis padres, los jóvenes novicios Vicky y Jaime que con el pretexto de un discurso se regalaron su amor y a mi de paso me dieron la vida. Después, muchas cosas,  el regreso de Manolin a casa, en 1986, después de vencer a la muerte y a la extraña púrpura, ese día también, los bisteces encebollados de mi tía Lourdes y las películas que mi papá rento en el super esteves de Hidalgo; siempre mi comida favorita, mi pastel predilecto, el único que me como, el de mi mamá, mi chamarra del Toluca, mi reloj bueno, tantas y tantas películas, video juegos, corbatas, pomos, un video tipo jerry mcguire, mi iPad, mis tamales salados, un suéter y una bufanda cortesía de mamá Mary.

En 1979, se mandaron hacer jarritos a Metepec, todavía conservo algunos; he pasado cumpleaños solo, muy acompañado, enfermo, triste, eufórico, incluso con resaca, he recibido todo y jamás me he quedado insatisfecho, gracias a que lo único que pido siempre me es concedido.

Las llamadas tempranera una y muy tarde otra de mi abuelo Don Job y de mi tío Mariano la segunda.

Los mensajes extraños y desconcertantes de quien sin más me echo de su vida pero se sigue acordando de mi cumpleaños.

Las mañanitas en la oficina, la serenata en mi ventana, el programa especial de radio, la intimidad cumpleañera, el concierto esperado... En fin, tengo 35 años y muchos motivos para festejar, otros tantos para reflexionar y uno que otro para suspirar.

Tengo dos padres que con su vida me han dado ejemplos y lecciones, traigo tanto de ellos en la sangre que se que todo lo bueno que soy se los debo.

Tengo dos hermanos que son mi calca y mi némesis, tan distintos que nos parecemos tanto y tan parecidos que casi nunca los entiendo.

Tengo el amor que no comprende pero que ama con locura, y la conveniente admiración de quien desinteresadamente es la persona más cariñosa del planeta.

Tengo tantos amigos como se puedan desear y necesitar, solidarios, alcahuetes, cercanos y respetuosos, siempre atentos y distantes, fieles exponentes del arte de entenderme o darme el avión.

Rivales y enemigos no tengo, habrá seguramente a quien no le agrado pero nadie que pueda sentirse agredido u ofendido por mi, esa no es mi naturaleza.

Hoy en mi cumpleaños, me doy cuenta de tanto, porque en días como hoy es cuando se tiene la oportunidad de hacerlo, hoy a 35 años y a 34 años y 365 días (2012 es bisiesto), me siento de 35, ni más ni menos, aunque el biotest diga otra cosa.

Mañana cumplo 35 años, y es el día 11 de diciembre número 36 de mi vida, a partir del cual, estaré viviendo la versión 36 de cada fecha del calendario, que espero, y esa es mi intención, sean inolvidables, provechosos y a pesar de todo lo que pueda presentarse, dignos de ser vividos y luego recordados. Ahí voy.

lunes, 26 de noviembre de 2012

SANTIAGO Y TOMÁS


Mis bisabuelos paternos, ambos respetados y queridos en sus pueblos, ambos buenos para los negocios y ambos presidentes municipales en varias ocasiones de sendos municipios, son el antecedente más próximo que tengo de la cultura política mexiquense.

Sin haber sido más que alcaldes, no se podría decir que fueron políticos profesionales, pues en su época, Don Santiago y Don Tomás prefirieron dedicarse a sus actividades comerciales para poder sacar adelante a sus familias, muy a pesar de sus convicciones políticas, pues en aquel entonces ser alcalde, era más bien ser benefactor, entregarle tu tiempo al servicio público y adoptar como tuyos los problemas de la comunidad.

Hasta la muerte de Alfredo Zarate Albarrán, el Estado de México vivía una especie de cacicazgos regionales en donde se hacia valer la ley del más fuerte, peculios o feudos administrados por unas cuantas familias, en ese entonces, los mexiquenses no llegaban ni al millón y la población era mayoritariamente rural.

Fue el nombramiento de Isidro Fabela como gobernador sustituto, lo que inició una nueva época en la política de mi estado, por muchas razones, por su perfil académico y político, el internacionalista mexicano comenzó una etapa de modernización en todas las facetas de la vida del estado... Esa fue la época de Tomás y Santiago, ahí están las fotos de las visitas del gobernador Fabela a Tianguistenco y a Almoloya del Río.

En aquella misma época, el joven Director del Instituto Científico y Literario de Toluca, antecedente de la Universidad Autónoma del Estado de México, el abogado Adolfo López Mateos se convertiría en el único mexiquense que fuera Presidente de la República en el siglo 20.

La política en el estado de México como en muchos lugares, es una actividad que va más allá del simple ejercicio del poder, trata de estrategias, de grupos, de elocuencia, de habilidades, de lealtades, de conocimiento, de visión... ¿Quién en aquella época hubiera podido asegurar que el joven director del instituto sería algún día presidente?.

Por mi parte, jamás hubiera imaginado en ese preciso memento que el joven abogado subsecretario de gobierno que conocí una noche de viernes en el año 2000 afuera de su oficina de palacio de gobierno se convertirá en Presidente el próximo sábado.

Para fortuna de todos, la política y las formas , o lo mejor de ambas de la época de mis bisabuelos, es hoy solo una parte de la tradición política mexiquense, ya tendré oportunidad de platicarles más al respecto en "el encantador de serpientes", sin embargo me resulta finalmente un orgullo, que un político de mi estado, esté a unos días de darnos una enorme satisfacción a los bisnietos de todos los Santiagos y Tomás, a todos los nietos de los Jobs y Josés y a todos los hijos de Jaimes mexiquenses, que construyeron con su trabajo y empeño la tradición política del estado.

Si la alegría puede ser un poquito más amplia, que jamás completa, el domingo el Toluca puede ser campeón por onceava ocasión desde su ascenso a la primera división, tendrá que pasar sobre un equipo que me cae re bien y que merece toda mi admiración y respeto, pero los Xolos, están hechos para ser unos grandes subcampeones. Así sea.

El fin de semana le toco su turno a Timothy Green, algo hay que encontrar de bueno en todo lo que los sentidos perciben, esta vez solo puedo referir el buen rato en compañía de la esposa de chocolate y de la niña come jitomates... Finalmente la peli facilita recordar que por mucho que lo deseemos, ser padre será siempre una tarea inconclusa, imperfecta, pero si se hace de corazón y con mucho amor, nada malo puede pasar.



lunes, 12 de noviembre de 2012

CON LICENCIA PARA MATAR


No sé cómo, pero desde muy niño soy fan de James Bond, y digo que no se cómo porque siempre han sido películas de adultos, seguramente en una de esas mis papás me metieron de contrabando al cine.


Tampoco sé como se les ocurrió a las jugueteras sacar una serie de muñecos de acción del personaje, que si no súper héroe, si es un súper espía, obvio que me cansé de pedirle a Santa Clós mi James pero nunca lo obtuve, pues mis papás decían que era un muñeco para niños más grandes... ¿Por fin?

Lo cierto es que soy fan; en un primer intento de coleccionista quise hacerme de todas las películas, lo que resultó inútil pues no las había todas.

En cierto y determinado momento mi carnal Vanegas me hizo feliz en un cumpleaños pues me dotó de la colección completa en DVD con todas las bondades que eso conlleva, ya saben, material adicional, versiones extendidas, numeralia, entrevistas, testimoniales, datos curiosos, etc.

 

Resulta que el jueves pasado fui con una nueva chica bond a ver la nueva peli skyfall, fiel a mi costumbre de caballero comencé a introducir a la fémina acompañante en el complejo y adictivo mundo del personaje de Ian Fleming, que si la escena de acción del inicio, que si la canción emblemática y la tradicional cortinilla, que si el villano, M, Q, Moneypenny, etc.

Adelante en la fila me tocaron de esos personajes intolerantes que no saben respetar a los demás ni hacerse respetar cuando su derecho a ver la función es trastocado, cosa que desde luego no ocurría en ese momento, mi voz era sumamente baja y me acerque tanto a mi atenta alumna que no era para nada molesto, sin embargo el precoz jovenzuelo espeto el afamado y cineroshhhh”, lo que desde luego encendió los ánimos de mi chica Bond quien ni tarda ni perezosa contesto alzando la voz.

Estas muestras de intolerancia y de falta de respeto tan elementales son muy comunes en los lugares en donde se supone vamos a divertirnos, a despejarnos; muy seguido me toca ver escenas de gente quejándose en las filas, comprando de malas, ganándole el lugar en el estacionamiento al prójimo, mentándose la madre con el claxon, en fin, parece que en lugar de despejarnos vamos mas a estresarnos.



Entiendo que el dinero no alcanza, que los problemas del trabajo, que la vida, que la salud, que la enfermedad, que la pareja o los hijos, que la vecina, que el pago que no llega, que tantas y tantas cosas, sin embargo a pesar de todo la vida sigue ahí y seguirá tan independiente de nuestro humor y nuestra actitud como siempre.

 

El famoso personaje británico, que resulta que comienza a ponerse viejo, es sin lugar a dudas algo fuera de serie y de la realidad, nadie podría enfrentar al menos una de las tantas aventuras imaginadas por Fleming, además de que con los años y el fin de la guerra fría, aunado a que en el cine la humanidad se enfrenta a su destrucción y final al menos 3 veces cada verano, las luchas de Bond ya no son para evitar una catástrofe nuclear, sino para enfrentar nuevo riesgos, desde luego siempre mezclados nostálgicamente con el pasado.

Bond se enfrenta a la vida, en su caso muy entretenida, como todo un hombre, toma alcohol muy seguido, no se compromete, busca llenar esos vacíos con hermosas cosas materiales y no tiene ningún reparo en vivir una disfuncional existencia derivada de los traumas de la infancia, es decir, cosa normal.

Bond es más ficción que nada, pero en la parte humana del personaje, esa que deja ver el alter ego de su creador, encuentro siempre un resquicio del hombre que quisiera ser al menos por unos días, quien no quisiera un db5 o un omega, una botella de macallan 50 (me da el soponcio) o pasar una noche en un lujoso resort asiático con la chica Bond en turno.

 

En otras cosas.

En fin, Sandy ha causado destrozos, muerte y también, aunque no tan grave, la desilusión total de miles de maratonistas de todo el mundo, por mi parte conozco a algunos damnificados de esta parte de los estragos de Sandy, a ellos les digo, ya habrá oportunidad el año entrante ahí mismo o en la primavera en Boston, o en cualquiera de las decenas de lugares que ofrecen este reto tan difícil pero tan satisfactorio, si no lo han hecho, no dejen de leer "de que hablo cuando hablo de correr" de Murakami, por mi parte yo espero pronto, verlos en alguna línea de salida, corriendo hacia lo que creo es una vida mejor, más sana y más equilibrada, ánimo.



PD. Espero pronto publicar la primera parte de mi ensayo sobre el sentido común, la verdad es que mi revisora estrella no da señales de vida, mientras tanto les reitero mi gratitud y mi disposición para platicarles de la vida, de cómo superar los retos y de cómo lograr exitosamente perder peso y ganar tantas y tantas cosas maravillosas.
Con retraso de una semana, les super recomiendo ARGO, la peli de Ben Affleck como director y actor, muuuy buena.

 

jueves, 11 de octubre de 2012

PAN DULCE



Cuando comencé la dieta más reciente en mi vida -he iniciado varias con diferentes resultados- me encontré con la peculiaridad de que tendría que convivir muy seguido con un grupo de gordillos o pasadillos de peso en una especie de grupo de ayuda encabezado por una psicóloga, pues en el tratamiento referido, es fundamental este apartado de la ayuda psicológica y el intercambio de experiencias con otras personas que también dejan de masticar y pierden peso muuuuy rápido.

Acostumbrado a la terapia y a controlar muy bien mi capacidad de abrirme o no a la misma, resignado me sometí al ejercicio; pronto me encontré con que los otros participantes extrañaban comida que yo no y comprendí que mis hábitos alimenticios además de malos eran inusuales, pero que los de mis queridos compañeros eran muy parecidos y pasaban, al igual que los de mi papá, mi mamá, mi hermano Manolin, mis amigos panzones (todos), la exposa de chocolate la comejitomates, la vaquita lechera, mis abuelos, mis tíos y una buena parte de los mexicanos, por la lechita y el pan dulce.

Me gusta el pan, disfruto mucho un bisquet con cajeta o una concha de amasijo, una dona, una mantecada, un conde de la Millán, pero no lo extraño, no sufro ni siento compulsión por rellenarme de pan; con la leche es diferente, mi relación con los lácteos siempre ha sido difícil, hasta ya crecidito me gusto el queso y sólo en algunas variedades o presentaciones y la leche la tomaba a fuerza, para no angustiarme con la efectiva amenaza de mi mamá de que me iba a poner giotoso.

En el grupo de ayuda, se hablaba largo tiempo de garibaldis, de pasteles, mientras mis penas eran por las palomitas de maíz, las hamburguesas y los tacos en cualquiera de sus variedades; también platicamos -al tiempo me volví muy participativo- de lo que significa la comida para nosotros, de como en casa nos abrazaban con comida, de como cada festejo en la vida conlleva comida y bebida, de como no es cortés negarse a un taquito, a una probadita y de cómo cada mordida llena los vacíos profundos del alma.

También platicamos, en el grupo y con los otros especialistas que me atienden de hábitos de vida, de salud, de ejercicio, de medicina, de enfermedades.

El hecho de salir a la calle, de hacer mi vida, me hace pensar diario en la dieta, lo mismo porque alguien sorprendido me pregunta ¿qué te pasó? O porqué alguien no lo pregunta, pienso en lo que no debo comer y en las recompensas.

He aprendido que para vivir hace falta comer en porciones suficientes diferentes tipos de alimentos, pero también que lo maravilloso de los humanos es que no sólo comemos para sobrevivir, sino que lo hemos vuelto todo un arte, un placer de placeres, hemos inventado lugares, sabores, colores, nombres, gentilicios, identidades a partir de la comida, a nadie le hace falta ir al ihop para sobrevivir, pero que bien saben unos hotcakes un omelete con tocino y salchicha y una jarrita de café; no se de nadie que haya muerto por no comerse un antojo, pero si se de personas que han muerto por excederse en cumplir cada uno de sus antojos.

Obvio que parte de nuestra cultura hedonista esta también ligada a nuestra especie, los humanos comemos y bebemos para alimentarnos pero también para convivir, para probar lo que la naturaleza nos da, es parte de nuestra prerrogativa como especie alfa, darnos placer es incluso orgánico, el postrecito sirve “para cerrar el píloro”, el alfajor y el express para qué el organismo se recupere del gran trabajo digestivo que hizo para consumir medio kilo de carne con medio litro de vino y otro tanto de pasta, el digestivo o al aperitivo preparan al organismo o lo ayudan a concluir su trabajo, “el desayuno es la comida más importante del día”, “terminando de correr hay que tomar cerveza y comer pasta”... ¿Han escuchado la dieta de Michael phleps?

Por eso sería inhumano vivir sin antojos, pero también lo es vivir para cumplirlos todos, hoy, cada postre, cada ida al cine, cada pan dulce, significa un gran esfuerzo y tener la plena conciencia de que cada cosa que no necesito, me cuesta más trabajo eliminar o compensar.


La vida pública y política de México también es obesa y padece diabetes, presión arterial y problemas cardiacos y como en nuestro caso, estos padecimientos también son asesinos silenciosos, nuestra burocracia es muy gorda, pesa, es la grasa que en cantidad adecuada nos sirve pero que en exceso nos mata. La democracia pasa de light a dulce, a amarga, a ser a veces un producto que no tiene etiqueta de valores nutricionales. Las reformas que sí se aprueban, son light, insuficientes, a veces incomprensibles, sobre todo cuando las comparamos con la coca light que pedimos con nuestros diez tacos al pastor, (ya se imaginarán que son los tacos ¿no?)

México además de dieta y ejercicio, requiere cambio de hábitos, de educación, disciplina, constancia, perseverancia y recordar permanentemente que nuestro metabolismo nos puede subir de peso de inmediato, por eso siempre habrá que cuidarnos.

México, los mexicanos, sabemos lo que necesitamos para vivir y lo que no es necesario y solo engorda o mata, pero como en nuestro caso, la diferencia está en la fuerza de voluntad, colectiva, coordinada organizada.

En otra oportunidad escribiré sobre el sentido común y la intención que tengo de agregar a mi vida la oportunidad de compartir con más gente, mi experiencia para perder lo que nos sobra y trabajar en no recuperarlo, mientras tanto, para finalizar, en días recientes, la asociación el poder del consumidor, dio a conocer el incremento en el número de muertes ocasionadas por la diabetes y la obesidad, destacando que la cifra se ha disparado en los primeros 12 años de este siglo, pero la gente que murió en estos 12 años a causa de estos males, muy probablemente no enfermó o adquirió sus hábitos alimenticios en estos años, la culpa es de muchos, incluyendo a los gobiernos con todo y sus legislativos, a los medios de comunicación y a la propia industria de alimentos, ¿no me creen?, busquen un anuncio en la tele de jicamas o pepinos o hagan la prueba de ver que encuentran más rápido a su alcance, un oxxo, un carrito de papas o uno de pepino que brinde la confianza suficiente para aventarse el tiro.

La tarea, así como la culpa debe ser compartida, siempre será mejor y desde luego menos costoso prevenir, comencemos con nuestra propia conciencia y ya verán como poco a poco, nos iremos contagiando.



P.D.
Este pan, más que dulce ha sido muy amargo, duro y realmente insuficiente, afortunadamente ya se acabó.

lunes, 27 de agosto de 2012

TIO GOYO





Una noche triste y lluviosa de viernes de finales de agosto hace ya algunos años, un bonito ejemplar del folclor del ministerio público de Toluca, con su refinada propiedad y con la sensibilidad del dedo chiquito del pie de un diabético, gritó "Gregorio Vázquez", pronto quienes estábamos ahí nos acercamos pero fue mi hermano Manuel quien quedó inmutado y en momentos rompió en llanto porque el funcionario nos entregaba en una bolsa de supermercado algunas pertenencias de nuestro difunto tío, todo cupo en la bolsita a la que le sobró mucho espacio, Manuel alcanzó a decir, “en eso terminamos, en una bolsita”.

Años después, sigo evitando hacer en viernes todo aquello que me recuerde a ese evento que si bien fue triste para mi, seguramente fue incomprensible y duro para mis abuelos y definitivamente funesto para mis primos. La noticia me tomó por sorpresa en el inicio de la película camino a la perdición de Tom Hanks en el cine, por cierto es una película que jamás he visto y también es muy extraño que vaya al cine los viernes, ni se diga de ir a la misma sala.

No hay una explicación lógica, simplemente evitar el recuerdo, es incluso más sencillo que las supersticiones o las cábalas, lo que hago es evitar en la medida de lo posible hacer lo que me recuerde esa situación.

Lo mismo hacemos con una buena parte de las cosas o hechos que nos son difíciles de superar, actuamos pensando que evitando su recuerdo dejarán de dolernos o lastimarnos; imagínense, llegaría el momento en que no podríamos hacer casi nada, porque todo conlleva un recuerdo, más bien creo que debemos de asimilar las cosas, entenderlas como parte de nuestras vidas y aprender de ellas, creo firmemente que podemos aprender de todo y de todos, incluso de la persona con la bolsita del súper.

El recuerdo de mi alegre tío, que fue uno de mis primeros cómplices para manejar, vive en mis primos, en Almoloya y en todas las cosas buenas que platicamos cuando lo recordamos, siempre con mucho cariño.

30 kilos.

Por fin llegue a los 30 kilos menos de peso desde que inicie la cetosis, ahora que me pongo a pensar sobre el enorme sacrificio de no comer absolutamente nada, me doy cuenta que ha sido menos complicado que lo que me queda por delante, porque de la vida licuada paso a la realidad y a la necesidad de cuidarme siempre, no será en cetosis, sino en plena conciencia de lo que hago por mi cuerpo y mi salud.

Haber perdido tanto peso en tan poco tiempo implica entre muchas otras cosas que todavía no me acostumbre, que me sienta extraño usando ropa de tallas anteriormente inimaginables, pero también, he adquirido el hábito de cuidar lo que como, para qué, cuándo y cuánto como, aprendí a controlar los impulsos de comer compulsivamente solo porque hay comida a la mano, espero que el hábito permanezca.



PD.
Esta semana 3 grandes amigos cumplen años, Roy mi carnal desde la secundaria, Paki, que a pesar de ser más joven suele ser más centrado y prudente que yo y Queche, que es mi compadre querido, el primero que tuve. Felicidades a los 3.

lunes, 13 de agosto de 2012

CAMBIOS REGRESOS Y CONFUSIONES



Desde chiquillo estoy acostumbrado al vaivén, a la mudanza, al reacomodo de muebles, al cambio de rumbos; sin embargo a pesar de todo ese trajín, mi vida no ha sido tan agitada como pudiera pensarse.

Me explico, los cambios físicos o materiales, son hasta cierto punto normales, los emocionales, sentimentales o intelectuales, tienen que ver más bien con otras condiciones, desde luego el tiempo, el entorno, los intereses, pero finalmente a pesar de todo lo que se acumula, seguimos siendo básicamente los mismos.

Por ejemplo, se encuentran los sentimientos más primitivos o naturales que nos acompañan básicamente como software pre-instalado, la emoción, la frustración, el gusto, la satisfacción, el enojo, son sentimientos que por muy crecidos que estemos, en primer plano se manifiestan del mismo modo. (Habría que buscar como festejo Oribe Peralta su primer gol en la colonia)

Después vienen aquellas sensaciones que nos conviene disimular, que no nos gusta mostrar o que, en todo caso, tenemos que evitar para “encajar” o no ser “buleados”, aquí entra todo aquello que regularmente es permitido o tolerado en casa, pero no en el mundo exterior, cuenten ustedes infinidad de cosas, desde la frazadita que muchos usan para dormir y sentirse tranquilos, hasta los trastornos obsesivos por contar las escaleras de 8 en 8 o por hacerlo todo 32 veces. (Me proyecté)

Más tarde, para algunos demasiado tarde, vienen los sentimientos que DEBEMOS controlar, para poder vivir en paz, para poder crear armonía en nuestras relaciones, para salir adelante en un mundo en el que los demás esperan al menos eso de nosotros.

Muy lejos de lo natural, lo esencial,  lo permitido, lo aceptado y lo ideal, se encuentran aquellos seres que son capaces de controlar y manipular sus sentimientos, no como fríos calculadores, sino como expertos que se conocen y se limitan a placer, ellos son los que controlan la escena, los que dominan en el mundo, lo mismo políticos, intelectuales, líderes espirituales, que amas de casa, meseros, choferes o delincuentes, estos seres de auto-control, van marcando el camino.

Por ahora defiendo la teoría de que en lo personal y en lo colectivo, siempre somos los mismos, que cambiar no nos aleja de lo que intrínsecamente fuimos o somos, pongámoslo así: somos el software de fábrica, que descarga actualizaciones de vez en cuando y dependiendo de nuestras capacidades, intereses y necesidades, vamos descargando aplicaciones útiles pasa esos fines, sin embargo, seguimos siendo los mismos, a pesar incluso de lo que hagamos con el hardware.

Pareciera entonces que el cambio se limita, pero no, por el contrario los grandes cambios se dan a pesar de lo que somos desde la base, el ejemplo del día es la selección de futbol olímpica, jugaron, convencieron y ganaron como mexicanos, dieron el paso que ya han dado dos veces los chavos de la sub-17, no temieron fallar, ellos no recuerdan, incluso no vivieron los episodios de los penales, de los cachirules, son otra generación, de mexicanos, con la misma base, pero con actualizaciones muy interesantes.

Si no me creen que somos los mismos, denle una revisada a las “nuevas” listas de diputados y senadores.

REGRESAR.

Por otro lado, ¿qué entendemos por regresar?, según el diccionario de la RAE, puede ser volver al lugar de donde se partió o devolver o restituir algo a su poseedor; en el caso del PRI a los pinos, efectivamente el partido regresa a donde todo se gestó, al poder, con una base o un software de fábrica que se ve lejos, brumoso y espeso, pero con muchas actualizaciones, aplicaciones y sobre todo con una gran expectativa de lo que sucederá con esta nueva oportunidad para todos.

En la vida es diferente, regresar no es recomendado, aunque sí muy deseado,  desde luego que a cualquiera le gustaría volver a la comodidad de la casa materna, de la infancia o simplemente a cualquier situación que mejore la actual, pero en ello también va la segunda definición del RAE, porque nadie nos puede regresar algo que ni siquiera es nuestro, muy a pesar de ser nuestro pasado, nuestros recuerdos, el tiempo y lo que hicimos con él, no nos pertenecen.

Pero amablemente la vida nos brinda de vez en cuando segundas oportunidades, o terceras o cuartas, para cambiar lo que no funcionó y con el software de fábrica intentar reiniciar nuestro ordenador para encontrarle mejor uso, finalmente mientras el hardware responda, no habrá virus, spam, programa, persona o situación que acabe con nosotros terminantemente… por eso yo, cambio para poder regresar.

PD. El hakuna matata pasado generó una serie de alertas y confusiones de quienes enajenados por el título sugerente se dejaron llevar, me reitero a sus órdenes en la misma oficina que ocupo desde septiembre pasado en horario laboral y permanentemente en la amistad que les refrendo.

Lo que resulta pertinente aclarar es que el tiempo dedicado a la escritura y publicación de éste espacio está dentro del que todos conocemos como libre.

La cetosis casi llega a su fin, tras 28 kilos perdidos he entrado en una nueva etapa del tratamiento en el que ya puedo comer, por lo que me fui a refinar un hotdog a “Barracuda” en la condesa y después a ver de Roma con amor, ambas actividades, altamente recomendables.

lunes, 6 de agosto de 2012

RENUNCIO



Comencé a trabajar el 18 de octubre del 2002, era un viernes y yo sufría de hemorragias constantes por la nariz, fue en un edificio de la calle Morelos en Toluca, que albergaba las oficinas del Instituto Electoral del Estado de México, sin oficina, sin computadora, sin teléfono y con medio sueldo, que me alcanzaba para ponerle gasolina a mi carro dos veces a la quincena, para pagar la pensión en la calle de Pedro Ascencio y para ir al cine, era yo el plancton de la cadena alimenticia del servicio electoral, adscrito a la unidad jurídica como pasante, aprendiz o cualquier otro adjetivo que justificara mi modesta remuneración.

Sin embargo, era feliz, conocí a grandes personas, comenzando por mi jefe, el Licenciado Miguel Salamanca, mi jefe directo, Memo, mis compañeros, Lalo, Mario, Mañon, Ángel, Román, Alfredo, Rommel, Celia y desde luego Lety, Angie y Here, sin olvidar a Blanquita y a Belem. Esa era la tropa que pronto se convirtió en mi familia, me enseñaron a trabajar, a comprar en abonos, a intercambiar las guardias, a organizar una tanda, pronto me aprendí sus vidas y ellos la mía.

Me costó trabajo destacar, probablemente las expectativas conmigo eran mesuradas, sin embargo yo quería trabajar ahí y aprender, lo que me ayudó a superarme y a salir del IEEM, 3 años después con un sueldo mucho mejor y con la gran satisfacción de formar parte fundamental de un área fundamental, la unidad de atención a medios de impugnación.

Me volví una chucha cuerera para eso de los medios de impugnación, pasé muchas horas proyectando resoluciones, haciendo informes circunstanciados, preparando pruebas o en las oficialías de parte de los tribunales electorales, llegué a decir que si pudiera me dedicaría el resto de mi vida a eso. Cuando mi papá escuchó aquello, por primera vez, solo resoplo y continuó con su tema.

Cuando entré al gobierno de Enrique Peña, fue como subdirector!!!, tenía a mi cargo como a 20 personas, todos mayores y mucho más experimentados que yo, Tanya, López Camacho, Miguel, Jacinto, Marcos, mi jefe, Ojeda era un tipo del que aprendí mucho y que me ayudó a explorar los límites de mis capacidades, también entonces, en la Procuraduría del Medio Ambiente, dije que podía dedicarme a eso toda mi vida. Mi papá, observó y medio sonrió.

Luego, un gran amigo me “rescató” de ir diario a Tlalnepantla y me ofreció trabajo con él, era una decisión difícil, éramos amigos y se convertiría en mi jefe, al final todo resultó muy bien, aprendí y crecí profesionalmente como nunca, conocí a muchas, muchas personas que hoy siguen siendo importantes en mi vida, seguí viniendo al valle de México, pero esta vez a Ecatepec, mi segundo hogar, (a veces parece el primero).



Obvio también dije que me podía dedicar a eso toda la vida.

Cuando me invitaron a la Procu, como director general, no lo pensé, ni lo dudé, desarrollé otras habilidades, me reencontré con algunas guardadas y aprendí que la gente decente vale lo que mil indecentes, colaboré en pocos meses a la modernización y humanización de un lugar al que resulta difícil ir, ya sea a trabajar o a denunciar.

Ahí ya no dije que me dedicaría a eso toda la vida.

En abril del 2011, recibí la invitación más inesperada y espectacular para trabajar que me había ocurrido hasta entonces, no me iban a pagar y tenía que hacer algo que jamás había hecho en tan solo 60 días, tenía que viajar diario a Neza, Chimalhuacán y los volcanes, es la experiencia personal, laboral y profesional, más nutritiva de mi vida, cada día aprendí más que en toda la vida anterior. Pero no me dedicaría a eso toda la vida.

A lo que hago actualmente, tampoco me dedicaría toda la vida, finalmente es la mayor responsabilidad en el servicio público que he tenido hasta hoy y me fue conferida por el mismísimo Gobernador del estado, por ello comprendo que no puede ser para toda la vida, sin embargo, le entrego mi vida porque es lo único a lo que me dedico hoy y es una oportunidad inmejorable para ayudarle a mucha gente.

Y de eso se trataban los suspiros de mi papá, él sabía lo que yo quería decir sin que yo mismo lo supiera, soy un enamorado del trabajo, de lo que hago, sea lo que sea y mientras Dios lo permita, trabajaré con amor y pasión todos los días, no se trataba de una postura mediocre o conformista, era mi asunción a la edad adulta, a la convicción de trabajar, a hacerlo muy bien y sentirme satisfecho cada día de pago.

Finalmente, que sería de nuestras vidas sin el trabajo, que dignifica, que alimenta, que ocupa, que ayuda, que sirve, que construye, que defiende y que de paso nos da para vivir.



PD. Al cierre de este hakuna México lleva 5 medallas y la selección de futbol está en semifinales, solo un deseo tengo: escuchar el himno nacional y ver nuestra bandera en lo más alto, a ver si no tengo que auto invitarme a algún inicio de cursos.

lunes, 30 de julio de 2012

SUPERHÉROES, SUPERHOMBRES Y SUPERMERCADOS



En esta temporada veraniega las películas en el cine se han puesto realmente heroicas, lo mismo un resucitado experimento del ejército que se pone unos malloncitos muy coquetos, que otro experimento de rayos gama que se pone verde y grandote del coraje, como un Dios de otro mundo que nos viene a hacer el paro.

Estos personajes, tooooodos de Stan Lee, ¿son superhéroes o superhombres?, sobre todo si los comparamos con mi personaje favorito de esa película, Ironman, porque en el caso de los 2 primeros se trata de experimentos genéticos y del tercero de un Dios mitológico, muy estilizado para los comics, pero Tony Starks es un genio que ha inventado hasta un nuevo elemento para mantenerse con vida, es decir, los 3 pueden ser superhéroes de comics, pero según yo, solo Ironman es un Superhombre.

Igual están el hombre araña (debo confesar que es el que menos me gusta de todos y parte de la gran culpa es de Tobey Mcguire), Superman, (cooming soon) y desde luego Batman, mi favorito.

Batman es mi favorito desde las épocas de Adam Quest, que yo vi ya siendo repeticiones de repeticiones, en parte lo ligo a aquellas tardes de cucuruchos de palomitas en las que mi mamá nos ponía a hacer la tarea para después ser premiados viendo el capítulo o la continuación del anterior en el que nadie sabía si Batman se salvaría. Más tarde, fue la mítica película de Tim Burton, con todo el arsenal mediático y de artículos promocionales que me convirtieron en un consuetudionario usuario de mi camiseta con el murciélago. Finalmente, fueron las más recientes pelis de Cristopher Nolan, con un Batman encantador, ¿a quién no le gusta un niño rico acomplejado y con severos traumas? Y con villanos muy humanos, tanto que a veces no parecen villanos y tan malos, que a veces no parecen humanos.

En fin, aunque no lo crean, son muy pocas las veces que he leído un comic y menos las que me he comprado un muñeco de acción, pues eso les resta a todos estos personajes, parte de la ambigüedad y la humanidad que les encuentro en las pelis y que me hace pensar en ellos como arquetipos de una generación (seamos realistas), que es mucho más influenciada por el cine que por la literatura, que incluso en algunos casos llega a nosotros vía el cine. Por nosotros me refiero a una buena parte de los que habitamos en el mundo occidental, el oriental, es otra onda.

La cosa está en que los superhéroes y los superhombres siempre han estado presentes en nuestra ficción como tipos (casi no hay damas) muy regulares o que en su momento de mayor humanidad o debilidad son más frágiles y crecen más como héroes, ese es el feelling de las moralejas de estos personajes, porque por muy poderosos e invencibles que sean, siempre hay modo de ser mejores y casi siempre encuentran esas oportunidades en los puntos de quiebre, en los momentos de angustia.

Así pasa en la realidad, en el quiebre puedes doblarte, pero también multiplicarte, puedes conocer tus limitaciones, pero también hacer crecer tus potenciales, puedes pasar de ser un tipo común a alguien que hace la diferencia.

Recordemos también que estos personajes siempre se vuelven malos, se “abizarran”, se topan con sus “kriptonitas o con malas compañías que los perturban, lo que pone a prueba a sus seres queridos, porque en ese caso son ellos los que más colaboran en el proceso de recuperación.

Y mientras suena “héroes” de David Bowie y se me antoja una Coca Cola (no sé porqué), pienso en que si sólo por un día, cada uno de nosotros se portará como héroe –y no como pgcaudillo- este mundo sería 6000 millones de veces mejor.

Hagamos lo correcto, combatamos al dark sight, reconozcamos nuestra debilidad y nuestra fortaleza, entendamos lo limitado de nuestra humanidad y no demos nada por sentado, hay que luchar todos los días, porque las oportunidades, pero también las tentaciones siempre estarán ahí.

(EN MEMORIA DE LAS VÍCITMAS DE AURORA, COLORADO)

De los supermercados, luego hablamos, pero por ahí va la cosa… ;)

PD. Eso sí, de AB Lincoln Cazador de vampiros ya platicaremos después, no quiero ni imaginarme que a alguien se le ocurra hacer en México: “Benito Juárez contra las momias”

La cetosis ha llegado a un nivel muy satisfactorio, peso 26 kilos menos y no me rajo (pero ya ven como son mis amigotes el Jesús y el Roy)

No sé quiénes sean todos, pero gracias a todas las personas que me siguen; pero especialmente a aquellas que están en Canadá, Francia, Filipinas y Rusia; y saludos a la bandera en Neza.

viernes, 13 de julio de 2012

A LAS CARRERAS




Por fin, después de 23 kilos menos y 3 meses de hacer ejercicio constante y frecuentemente me enfrente a un reto, menor si lo quieren ver así, pero finalmente un reto, correr en una carrera de 5 kilómetros. No se trataba de ganar, ni siquiera de ganarle a nadie, solo de vencerme y convencerme de que podía, de que si he sido capaz de otras cosas, esto era posible.

Desde luego que lo logré, como podrán ver en la foto, sostengo mi medallota y no una galleta como dijo mi mamá, no fue un tiempo bueno ni malo, fue mi tiempo y esa ahora es mi referencia para lo que sigue, de ahí para abajo lo que sea.

Hubo algunos gordos que se “autoengañaron” y se echaban largos tramos caminando para luego alcanzarme corriendo y encontrar algo de satisfacción en rebasar a alguien, mi satisfacción la encontré en la meta al saber, solo yo, que no paré ni caminé una sola vez, como dije, a mi paso, la competencia fue conmigo y gané.

Esos gordos o “autoabusivos” me recordaron a la gente que siempre me ha resultado antipática y que por lo mismo prefiero evitar, es ese tipo de personas que son capaces de engañar a todos, incluso a ellos mismos con tal de alcanzar algo, de lograr un objetivo, así eran las niñas en el kínder y en la primaria que querían destacar, llamar la atención, así eran algunos de mis vecinitos o de mis primitos que aspiraban a ganar en todo, todavía no se para qué, así han sido un montón de compañeros de escuela y de trabajo que no ven la competencia en ellos, sino en los demás, su meta es superarte y no superarse, su consuelo es saber que han logrado más que tú, que han llegado antes que tú, sin saber incluso en realidad si eso era lo que tú querías.

Siempre he tenido suerte y además mucha fortuna para que las cosas vayan fluyendo, casi nunca he forzado nada, me he esforzado mucho para lograr algunas cosas, hay algunas incluso que no he podido conseguir, todavía, pero la suerte y la buena estrella me han ayudado a entender mi camino, a definirlo, a correr en mi tiempo y en mi condición, sin competir con nadie más que conmigo. Claro que he competido, de hecho soy muy competitivo, no me gusta perder un partido de nada, pero disfruto ver la satisfacción de alguien cuando me gana, se nota que le ha costado trabajo, he competido en muchas cosas en mi vida, pero porque en ese momento de eso se trata, he ganado y perdido, pero nunca me he sentido insatisfecho con mi desempeño.

Hoy pienso en todo lo que como mexicanos lograríamos si nos ocupáramos de competir con nosotros mismos en las cosas que realmente valen la pena, qué sería de nuestra sociedad si fuéramos competitivos por ganar y no por vencer a los demás, de que estarían hechas las esperanzas de un país que entiende que los retos individuales se suman a los logros colectivos y estos a los pedazos de historia en los que nos toca participar.

Finalmente, y para ser un poco menos obtuso, como de costumbre:

¿hasta cuando Andrés Manuel López Obrador estará conforme con los resultados de una elección?

¿sólo le conforman el DF y Tabasco que ganó?

¿es posible que algún día la congruencia en alguien que se dice demócrata haga acto de presencia y decencia?


En fin.


Nuevas emociones han inundado mi vida recientemente, el triunfo de personas admiradas, la reivindicación de proyectos y de luchas, la muestra de que no todo está dicho y siempre hay manera de volver, por la puerta grande a ser una vez más el “mandamas”, el hecho fabuloso de ver a alguien pasar a la historia y mantenerse vigente para seguir escribiendo más historia, en fin, me ha dado un gusto enorme ver ganar Wimbledon a Roger Federer por séptima ocasión en su carrera y de paso reponerse en el número uno de la carrera mundial, con todo y que ya es un viejito de 30 años.

(jajajajaja).

PD. Mil gracias por sus mensajes, sus likes, sus retweets y sus comentarios, sin importar el número, cada uno me hace completamente feliz.

martes, 3 de julio de 2012

CÓMO HAN CAMBIADO LAS COSAS



En las semanas recientes me he alejado de mi gusto por ir al cine muy seguido, no se trata de la dieta, aunque tengo que reconocer que no comer palomitas me pone de malitas; tampoco se trata de una mala cartelera, por el contrario, el verano del 2012 tiene buenos productos, de esos que los amantes de los blockbusters agradecemos; en parte se debe al trabajo y en parte a que los días que hay oportunidad el ánimo y el clima me ayudan a determinar que es mejor quedarse en casa y ver ahí una peli.

Siento que el cine, probablemente poquito después de que los hermanos Lumiere pronosticaran que se trataría solo de una moda pasajera, es uno de los componentes o indicadores de las generaciones que se han sucedido desde entonces, finalmente es un arte y las artes también van evolucionando o cambiando de generación en generación, la música, por ejemplo para no ir más lejos; además, el cine es uno de los grandes beneficiarios y usufructuarios de las nuevas tecnologías y desde luego, un medio idóneo para retratar épocas, acontecimientos o personajes históricos o simplemente para contar cuentos o sencilleces más bien condenadas al olvido en un domingo cualquiera.

Las películas hablan en otro idioma, que no se ve ni se oye, de lo que sus creadores quieren decir a través de ellas y desde luego no todos lo entendemos, hay como en todas las artes, para todos los gustos, sin embargo con cada generación los consumidores nos hemos vuelto más exigentes, menos fáciles de sorprender, algo así como con los video escándalos.

Puedo recordar casi de memoria las películas que vi de niño en el cine teatro Lupita de Tianguistenco, seguido de una sesión de tacos de Don George, o en el teatro Morelos,  en los gemelos de la comer, en el 70, el Florida, es más, recuerdo casi todas las pelis que vi en las modernísimas salas de plaza las américas; hoy me es difícil recordar las películas que he visto en el cine en el último año, que seguramente han sido más de las que vi en toda la primaria.

Mi generación, en la infancia y la preadolescencia iba muy poco al cine, no porque hubiera muy poco que ver, sino porque en aquel entonces el entorno de los lugares donde se exhibían pelis era muy diferente; pero además éramos unos niños maravillados con cualquier cosa, válgame Dios cuando vimos E.T. o star wars, no se diga de los taquillazos de Walt Disney.

Ahí precisamente quería llegar, porque mi generación, que es la que hoy en día tiene hijos en edades muy cinéfilas, la generación que trabaja y de momento está en proceso de la conformación de la nueva clase media del país, la generación que no puede permitirse tener a los hijos en una escuela de gobierno o que al menos debe tener 2 carros y 2 salidas de vacaciones al año, es la generación de niños que andábamos a pincel, que estudiamos en excelentes escuelas oficiales y que tardamos mucho más que un año para ir a Acapulco.

Esta generación tan aspiracional y consumista que a pesar de que tenemos de todo, debemos de todo y probamos de todo, queremos más para nosotros, pero también para nuestros hijos, sobrinos o ahijados, sin percatarnos que los niños y jóvenes de hoy, viven en un mundo muy diferente al que nos envolvió de niños y que eso mismo es la esperanza de que nos comience a ir mejor.

Me explico: comparen blancanieves de nuestra época con la moderna protagonizada por la chavita vampira… wey!!! Los enanos son a toda madre, chupan, cantan, bailan, no esconden sus deseos por la princesa y hasta dan la vida por ella, que dicho sea de paso, es mucho más atractiva que la ñoña de Disney. En la tele vi el otro día la versión reciente de la caperucita roja, otro gran ejemplo, muy distinto a lo que consumíamos los escuincles del siglo pasado.

Nuestro crecimiento se baso en consumir lo que no tuvimos tan a la mano, a poco no recuerdan como nos emocionábamos con los tenis que rechinaban, con las golosinas gringas, con ir a mcdonalds, ya ni hablar de tentonear como si supiéramos para que servían las primeras compus personales que vendían en el Aurrera.

Los chamacos de hoy, siguen como todos los niños consumiendo mucho, sin embargo sus deseos de tener no son alimentados por ellos mismos, sino por nosotros, los niños de hoy quieren parecer más pandrosos y menos sofisticados, para ellos es natural escuchar y entender la música en inglés, dominan el ipad como si hubieran nacido con ella y viven en un mundo en el que son más conscientes y mucho menos inocentes de lo que pasa.

Esta nueva y futura colectividad, tendrá trabajos y responsabilidades muy diferentes, mucho más temprano que nosotros, han entendido que tienen obligaciones y a diferencia nuestra, las tentaciones las tienen tan a la mano que ellos mismos son capaces de determinar lo que quieren para sus vidas.

Es decir, estos niños, estos jóvenes de ahora, de éste siglo, no tienen los prejuicios de otras generaciones, ven a mi blancanieves como una curiosidad del pasado lejano y a la suya mucho más cool y ad hoc a sus tiempos, no tienen miedo de que la selección pierda en penales, se pueden hablar de tu con cualquier chiquillo de donde sea y al menos yo, haré todo lo que esté en mis manos para ayudarlos a construirse un mundo mejor, más inteligente, crítico y participativo.



P.D. En atención a la solicitud de muchos miembros de mi generación a quienes se les complica leer entre líneas o entender analogías, tal vez puedan cambiar blancanieves por el partido político de moda. ;)